viernes, 29 de junio de 2018

SELECCION PERUANA SE DESPIDIO DE MUNDIAL DE FUTBOL RUSIA 2018

Selección peruana y la nota final tras el Mundial Rusia 2018

En tres partidos, Ricardo Gareca utilizó 17 jugadores, curiosamente todos actúan en el extranjero. DT hizo una valoración del rendimiento de ellos en canchas rusas

Selección peruana
Tras cosechar una victoria y dos derrotas en el Grupo C, Perú terminó el Mundial Rusia 2018 en el puesto 20. (Foto: Reuters)
La selección peruana se despidió del Mundial Rusia 2018 en fase de grupos pero dejando una buena imagen. El equipo de Ricardo Gareca se fue con una victoria por 2-0 ante Australia, en la que marcaron Guerrero y Carrillo, y dos derrotas contra Francia y Dinamarca con el mismo marcador (1-0). Luego de la eliminación, toca poner nota a los 17 futbolistas que tuvieron minutos en el torneo.
Pedro Gallese - 3 partidos (270 minutos) - 7.5
Recibió dos goles y en ninguno de ellos tuvo responsabilidad. Gracias a él nos vamos también con una buena imagen. Evitó que los partidos contra Dinamarca y Francia terminaran con marcadores abultados. A Eriksen le atajó una muy clara, también a Griezmann. No se le recuerda ningún error grosero. Al contrario, fue muy seguro en el arco peruano. Casi nunca deja un rebote suelto. ¿Qué puede mejorar? Sus saques largos con el pie. Algunos no salieron tan bien en esta Copa del Mundo. Pero el puesto lo tiene asegurado. Solo una lesión lo puede sacar del once titular.
Luis Advíncula - 3 partidos (270 minutos) - 8.5
A los periodistas y jugadores de los países que enfrentó les impresionaron las cualidades físicas del lateral derecho. No cabe duda de que es uno de los jugadores más rápidos del mundo. Pero no es solo su velocidad lo que lo hace tan bueno y titular indiscutible en Perú. Advíncula ha aprendido a defender como lo hacen especialistas del estilo de Aldo Corzo. Francia hizo un trabajo inteligente para controlarlo y eso habla de cómo impresionó ante Dinamarca. Ha mejorado en los centros, pero todavía puede hacerlo mejor. Gracias, Luis, por dejar todo en el campo en cada una de esas impresionantes corridas.
Alberto Rodríguez - 2 partidos (136 minutos) - 5.5

Ante Dinamarca fue el ‘Mudo’ de siempre. Esa facilidad que tiene para anticipar impresiona a cualquiera. No necesita ser alto para enfrentar delanteros más grandes que él. Contra Francia sufrió. Le tocó bailar con la más fea: Mbappé. Ahí sí que en términos de velocidad y aceleración se vio superado. Fue la única vez que su falta de ritmo –jugó muy poco con Junior este 2018– se dejó ver en la cancha. Hay un pique en el primer tiempo contra los galos que así lo demuestra. Luego se lesionó y no lo vimos más.
Christian Ramos - 3 partidos (270 minutos) - 6.5
Hace dos o tres años nadie lo imaginaba aquí, disputando el Mundial Rusia 2018. Se ha convertido en un baluarte de la defensa peruana. Además, se entiende de maravilla con Rodríguez (o Santamaría). Ante Dinamarca dominó sin problemas a Jorgensen. Contra Giroud sufrió un poco más, pero estuvo bien. Gana por arriba y mete pierna fuerte por abajo. Es alto y rápido. Reacciona siempre a tiempo. Puede salir jugando, como también reventarla para evitar cualquier problema. Nunca hace una de más el defensor del Veracruz de México.
Miguel Trauco - 3 partidos (270 minutos) - 5.5
Tenerlo como lateral izquierdo sirve para que nuestras jugadas empiecen casi siempre por ahí. Es como si un ‘10’ se recostara por esa zona. Con Yotún forman una dupla muy fina para pasar, encontrar los espacios y hacer jugadas verticales. Son los dos que más arriesgan con los pases. En la segunda mitad contra Francia tuvo su mejor momento. Se juntó con Flores para tocar y pasar. Sus envíos largos no han sido tan precisos como en otros partidos, pero mantiene la buena pegada. En defensa todavía sufre un poco. Necesita estar más atento a sus espaldas porque es uno de los jugadores que más suben. Además, le cuesta regresar con velocidad.
Renato Tapia - 2 partidos (150 minutos) - 6.5
No participó tanto en la elaboración de los ataques pero contra Dinamarca estuvo siempre bien parado para cubrir las espaldas de sus compañeros. Impuso su dominio en la mitad de cancha con gran porte y altura. No da una pelota por perdida, mucho más si fue él quien la perdió. Es clave en el orden del equipo cuando estamos mal parados o las líneas no están pegadas. Lo vimos mejor con Aquino que con Yotún ante Australia. Tuvo un golpe en la cabeza que le impidió estar contra Francia. Hubiera sido lindo verlo contra los volantes de primer nivel que alineó Deschamps.
Yoshimar Yotún - 3 partidos (182 minutos) - 6
Es uno de los jugadores más importantes de todo el proceso de Ricardo Gareca. En el Mundial hizo un partidazo contra Dinamarca. Tocando, buscando, arriesgando en los pases a los delanteros y rompiendo líneas. Muy bien también a la hora de recuperar. Contra Francia fue difícil mantener el ritmo de cracks como Kanté y Pogba, pero se esforzó al máximo para perseguirlos. Su deuda queda más para la parte defensiva porque muchas pelotas, como ante Australia, se filtraron por sus espaldas. Yoshimar tiene que seguir probando de lejos, pero con más eficacia. Su remate de larga distancia puede ser una de las armas de la selección cuando no se puede jugando.
Edison Flores - 3 partidos (242 minutos) - 6.5

Nunca vamos a olvidar el segundo tiempo que hizo contra Francia. Tampoco la huacha a Poulsen. Hizo un sacrificio enorme en los tres partidos para colaborar en la marca. Hasta en eso se nota la humildad del ‘Orejas’. Le faltó el gol contra Dinamarca, donde contó con dos ocasiones muy claras para poner el 1-0. Técnicamente no fue el jugador que esperábamos porque en muchos pasajes se lo vio impreciso en los pases. De todas formas, su presencia es clave. Sabe de memoria dónde están sus otros compañeros de ataque y en cualquier momento esa pierna zurda puede regalar los momentos más bonitos.
André Carrillo - 3 partidos (259 minutos) - 9.5
La estrella de la selección en Rusia 2018. Hay que estar en el campo de juego para ver las cosas que hace con su pie derecho. O cómo su cuerpo se mueve en forma de serpentina para superar a los defensas rivales. Lo hemos dicho hasta el cansancio: es quimboso, regateador, gambetero. Como quieran llamarle, André es el jugador peruano más peligroso en los uno contra uno. Ni Matuidi pudo con él. Lo han reconocido periodistas, jugadores y comentaristas de todo el mundo. Carrillo, con su gol a Australia, calló a sus críticos. A aquellos que le piden que finalice mejor las jugadas. En ese aspecto ha mejorado, porque dio más de una asistencia de gol –aunque sus compañeros no la metieron–.
Christian Cueva - 3 partidos (262 minutos) - 5.5
El jugador que recibió más indicaciones en los tres partidos fue él. Gareca lo llamaba una y otra vez a la zona técnica. Por los gestos del ‘Tigre’ parece que le pedía movilidad y rapidez en ataque. Por momentos el jugador de Sao Paulo retrasa un poco las jugadas. Tiene esa costumbre de parar la pelota, cuidarla y volver a empezar. Cueva necesita ser, de nuevo, ese enganche vertical, desequilibrante. No ha perdido sus toques mágicos, pero no es suficiente. Puede y debe ser menos intermitente. Erró el penal contra Dinamarca y lo tiene que olvidar rápido. No recuerdo ningún remate al arco, o claro de peligro, de él.
Paolo Guerrero - 3 partidos (208 minutos) - 7.5
Le bastaron 28 minutos contra Dinamarca para generar dos situaciones de gol. Ante Francia no fue su partido. Perdió el mano a mano contra Lloris y la pelota que terminó en gol de Mbappé. Se reivindicó contra Australia con una asistencia magistral y un tanto al mejor estilo del ‘9’ que más goles ha marcado en la historia de la selección. Físicamente está intacto. Mantiene la calidad y solo en ciertos detalles se nota que estuvo seis meses sin jugar. Aplausos para él por todo lo que hizo para llegar a Rusia.
Jefferson Farfán - 2 partidos (129 minutos) - 6.5
Contra Dinamarca jugó un partidazo. Se movió por todo el frente de ataque y confundió a los defensas europeos. Mantiene esa potencia física que ganó cuando se fue al PSV. También le faltó el gol. Contra Francia ingresó los últimos 45 minutos, pero le costó asociarse con Paolo. Una pena que no lo hayamos podido observar con Guerrero desde la alineación oficial. Hace mucho que no los tenemos a ambos en su mejor momento. Y no sabemos si volverá a pasar. Contra Australia no jugó por una lesión en la cabeza. Ahora le toca reposo absoluto.
Raúl Ruidíaz - 2 partidos (13 minutos) - 5
Poco pudo hacer ante Dinamarca y Francia. Entró en momentos complicados y cuando el equipo ya no estaba ordenado en ataque. Ruidíaz entró para acumular gente arriba que pueda ganar una segunda pelota luego de un pelotazo. No le quedó una certera de gol. El definidor que rompió redes en México y ahora se va a Estados Unidos es la gran alternativa en ataque para el futuro. Perú tendrá que decidir si se acostumbra a jugar con él o buscar otro jugador con más características de ‘9’ puro cuando Guerrero y Farfán no estén.
Anderson Santamaría - 2 partidos (134 minutos) - 7.5
Otro al que le tocó ingresar en un momento difícil y ante uno de los favoritos a ganar el Mundial Rusia 2018. Se acomodó rápidamente en la defensa y dio más seguridad ante las embestidas de Griezmann, Giroud y Mbappé. Contra Croacia e Islandia había demostrado que tenía el nivel para ser titular en la selección. Tiene salida limpia porque durante mucho tiempo fue mediocampista. Alto, rápido y concentrado. Contra Australia también fue impasable. Anderson es el reemplazante natural de Rodríguez. Y solo tiene 26 años. Defensa tenemos para rato.
Pedro Aquino - 3 partidos (137 minutos) - 7.5
Debutó en los mundiales contra Dinamarca. Y la rompió. Lo mismo que ante Francia. Siempre bien ubicado, preciso con los servicios, rápido para presionar y recuperar pelotas. Con su actuación nadie extrañó a Tapia y Gareca decidió hacerlo jugar en el segundo tiempo contra Australia. Necesitábamos mejor recuperación y orden en el mediocampo. Y lo conseguimos con él en la cancha. En México ha mejorado bastante su capacidad para jugar y no solo ser un volante de marca. Deja una grata impresión y la sensación de que, de ahora en adelante, puede tener mucho más minutos en el equipo peruano.
Paolo Hurtado - 1 partido (27 minutos) - 5

Tuvo muy poco tiempo en cancha. Solo ingresó contra Australia. Lo hizo como volante por la derecha, cuando parece que su mejor posición es por dentro, detrás del punta. Ya tendrá más oportunidades en la selección peruana.
Wilder Cartagena - 1 partido (11 minutos) - sin puntaje
Difícil darle una valoración cuando solo estuvo 11 minutos contra Australia. De todas formas, un jugador que como volante central puede ser de mucha ayuda en el futuro.

ASALTAN BAZAR DEL PENTAGONITO

El colmo: Asaltan Bazar Central del Ejército en el ‘Pentagonito’


Amplio complejo militar, ubicado en el distrito limeño de San Borja, también es sede de la Comandancia General EP. Intrusos violentaron, con combas de acero y sierras, las rejas de puertas y ventanas para apropiarse de costosa mercadería.
 
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28 Jun 2018 | 22:38 h
 

Por Alexi Velásquez S.

Los delincuentes ya no respetan a nadie. La sede de la Comandancia General del Ejército, ubicada en el distrito limeño de San Borja, conocida como el ‘Pentagonito’, fue escenario de un cuantioso robo.

El amplio local militar que, se suponía, era el más seguro de la capital por contar con vigías armados y decenas de cámaras de vigilancia las 24 horas del día, fue vulnerado por sujetos que desvalijaron el Bazar Central EP instalado en el interior. 

Según fuentes policiales, el robo habría sido perpetrado en horas de la madrugada. Extrañamente, nadie se percató de lo sucedido en su momento, pese a que los ladrones utilizaron combas y sierras para destruir los barrotes de fierro de una puerta y una ventana.

A las 6:20 de la mañana, el suboficial técnico de tercera EP, William Marcial Manturano Arteaga (41), recién descubrió el latrocinio. Los intrusos se habían llevado la mercadería más costosa.

Por las características que tiene el amplio complejo militar, la policía presume que el robo haya sido perpetrado por malos efectivos EP. 

Se supo que este caso es investigado por agentes de la comisaría de Chacarilla del Estanque.

EN DICIEMBRE CIERRAN UNIVERSIDADES PICHIRUCHI

Sunedu da ultimátum a universidades que van camino al cierre

Les otorga un plazo final. Hay 86 que tienen retrasos y no cumplen con exigencias. Se les está dando cinco meses para presentar y cumplir Plan de Adecuación en el licenciamiento.
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29 Jun 2018 | 6:55 h

miércoles, 20 de junio de 2018

PERU CRISIS POLITICA Y OPORTUNIDADES DE NUEVA TRANSICION


Perú: crisis política y oportunidades de nueva transición – Por Verónika Mendoza

Por Verónika Mendoza*
Tras meses de intensa crisis política, Perú cuenta con un nuevo presidente: el ex gobernador regional Martín Vizcarra. Tras la designación del presidente del Consejo de Ministros, las intensas especulaciones sobre su gabinete empiezan a amainar, mientras las familias descansaban el fin de semana largo por Pascua, esperanzadas por los triunfos de la selección de futbol camino al Mundial. Los medios de comunicación aprovechan el clima festivo y el hastío de la gente por toda la podredumbre desparramada en días recientes para tratar de envolverla con los cantos de sirena de la estabilidad, la unidad nacional y llaman con fervor a voltear la página.
El jueves 22 de marzo el Parlamento peruano aprobó la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, quien llevaba un año y ocho meses en la presidencia tras vencer a Keiko Fujimori –la hija y, sobre todo, heredera política del dictador Alberto Fujimori– en la segunda vuelta electoral en 2016 por apenas 41 mil 57 votos. PPK, como conocemos los peruanos a este lobista que pasaba del mundo empresarial y financiero al Estado cual pelota de ping pong, se hizo de la presidencia más por el activo rechazo ciudadano al fujimorismo que por mérito propio. Si bien en la última etapa de aquella campaña electoral se desmarcó del fujimorismo, una vez en el poder no dudó en arrodillarse ante éste cediéndole importantes instituciones, como la superintendencia tributaria o el Banco Central de Reserva. Nada de eso apaciguó la sed de venganza de Keiko Fujimori ni su afán por controlar el sistema de justicia para manipular las investigaciones en su contra. Sin embargo, al mismo tiempo que oficialismo y fujimorismo se lanzaban puyazos públicamente, aprobaban juntos recortes presupuestales en salud, educación e infraestructura pública. En suma, una política de ajuste a costa de los derechos ciudadanos.
Pero el peor error de PPK fue, sin duda, otorgar un indulto ilegal e inmoral al dictador Alberto Fujimori. Ante un primer intento de vacancia presidencial promovido por Keiko Fujimori, Kuczynski no dudó en pactar con el menor de los Fujimori para canjear el indulto por votos contra la vacancia. Liberar ilegalmente a un corrupto y violador de derechos humanos sin que hubiera cumplido su condena ni reconocido jamás sus delitos fue el inicio de su fin. Miles de ciudadanos salieron a las calles rechazando el indulto y repudiando la actitud de PPK. Así, hizo de Alberto Fujimori su principal aliado y de Kenji Fujimori su principal operador. Cuando las evidencias de corrupción en su contra –por hacer asesorías financieras a empresas que contrataban con el Estado mientras era ministro– hicieron su situación insostenible y la mayoría de peruanos pedía que dejara el cargo, utilizó las prácticas mafiosas de su principal aliado: comprar votos de parlamentarios a través de prebendas, cargos y obras públicas. La revelación de estos actos mediante videos grabados por operadores de Keiko Fujimori fue la gota que derramó el vaso y obligó a PPK a renunciar para ceder el cargo a su vicepresidente.
Pero esta sucesión de hechos no es sino el resultado de un problema más estructural. PPK era el sueño hecho realidad de los grupos de poder económico, uno de los suyos, un agente neoliberal sin pudor ni antifaz. Y si ha caído en desgracia no es sólo por sus errores, sino porque los grupos de poder que lo respaldaban también están afectados. Con el escándalo Lavajato no sólo son todos los últimos presidentes electos posdictadura y la candidata Fujimori los que hoy están procesados por corrupción, sino también los más insignes representantes de la clase empresarial, como por ejemplo los representantes de grandes constructoras aliadas de Odebrecht. Es prácticamente toda la clase política y empresarial tradicional la que está involucrada. No se trata, pues, de una simple casualidad. Es, más bien, la prueba de que subyace un sistema que ha permitido y promovido esta corrupción generalizada. Es el sistema consagrado en la Constitución fujimorista del 93 que ha mantenido nuestra democracia secuestrada por el poder del dinero y las mafias.
Hoy, en Perú, tenemos un Estado arrinconado a un rol subsidiario, sin capacidad de planificar ni regular, un mercado capturado por monopolios y oligopolios abusivos, una mercantilización de la salud y la educación, una precarización del empleo, un extractivismo exacerbado que mantuvo una matriz primario exportadora sin diversificación de la producción y con depredación de la naturaleza. Durante años este sistema funcionó a fuerza de coimas, lobbies, financiamiento millonario a las campañas electorales, puertas giratorias y decretos de urgencia. Si no cambiamos ese sistema vamos a repetir la misma historia. En la transición democrática de 2000, luego de la caída de Alberto Fujimori, si bien se logró sancionar a los corruptos y violadores de derechos humanos, se mantuvo ese andamiaje fujimorista cuyos efectos vemos en la crisis actual.
Hoy, los peruanos estamos ante una nueva oportunidad histórica de recuperar la democracia para ponerla al servicio de la gente. Se debe abrir una transición democrática que empiece esa recuperación con –por lo menos– algunas reformas en el sistema electoral. Por ello no podemos permitir que se voltee la páginarápidamente, como pretenden los que se sienten dueños del país para poder seguir haciendo sus negocios a costa de los derechos de la gente y preservar su impunidad. Nuestra precaria institucionalidad está quebrada y deslegitimada, no basta ponerle parches y cuñas. Tiene que reconstruirse sobre bases nuevas. Por ello desde las fuerzas de izquierda planteamos la necesidad de un nuevo pacto fundacional político, social y ciudadano sobre la base de la soberanía, la justicia, la igualdad y la solidaridad, una nueva Constitución para un nuevo Perú. Es una tarea que requiere de amplio debate, movilización y organización con protagonismo popular. En esa tarea estamos.
(*) Sicóloga, antropóloga y política. Presidenta del movimiento Nuevo Perú