Coronavirus en Perú: el escándalo por las vacunas de covid-19 que forzó la renuncia de dos ministros y una investigación contra el expresidente Vizcarra
El presidente Francisco Sagasti dijo sentirse "indignado y "furioso", y los dos adjetivos también describen bien el sentir de la mayoría de los peruanos ante la denuncia de que varios altos funcionarios de gobierno abusaron de un ensayo clínico para vacunarse contra el coronavirus mucho antes que la mayoría de la población.
"Otra vez, los peruanos nos enteramos de que hubo quienes se aprovecharon de un puesto en el aparato estatal para obtener un beneficio indebido", resumió el sentir el diario El Comercio en su editorial de este lunes.
Sagasti, sin embargo, responsabilizó enteramente por la situación a su predecesor, Martín Vizcarra, quien la semana pasada admitió haber recibido dos dosis de la vacuna contra la covid-19 de la empresa china Sinopharm cuando esta se estuvo probando en el país, a finales del año pasado.
Vizcarra -quien fue destituido por el Congreso en noviembre de 2020 por supuesta "incapacidad moral"- se justificó asegurando que tanto él como su esposa habían participado como voluntarios en los ensayos.
Pero eso fue desmentido por la Universidad Peruana Cayetano Heredia, una de las coordinadoras del estudio, y el escándalo ya les costó su puesto a las ministras de Salud, Pilar Mazzetti, y Relaciones Exteriores, Elizabeth Astete. La fiscalía del país anunció también una investigación preliminar en contra del exmandatario.
En la noche del lunes, el presidente Sagasti confirmó que Mazzetti y Astete se encuentran en la lista de personas vacunadas que proporcionó la universidad.
Mazzetti presentó su renuncia luego de que se anunciara que el Congreso se preparaba para aprobar una moción de censura en su contra, mientras que Astete lo hizo luego de admitir que había recibido una dosis de la vacuna, lo que también hizo el ahora exviceministro de Salud, Luis Suárez.
Astete admitió que fue un "grave error" haberse vacunado el 22 de enero, antes de que iniciara la campaña de inmunización general.
"A raíz de la reciente revelación sobre la vacunación del presidente Vizcarra y de su esposa y del comprensible impacto que esta noticia ha tenido en la opinión pública, soy consciente del grave error que cometí, razón por la cual decidí no recibir la segunda dosis. Por las razones expuestas, he presentado al señor Presidente de la República mi carta de renuncia al cargo de Ministra de Relaciones Exteriores", dijo en su cuenta de Twitter.
Y la suya podría no ser la última cabeza en rodar.
El domingo Sagasti ordenó que todos los funcionarios de gobierno que hayan recibido vacunas de Sinopharm sean separados de sus cargos, por lo que ya se ordenó una investigación interna para identificarlos.
"Realmente me siento indignado y furioso por esta situación que pone en peligro el enorme esfuerzo de muchísimos peruanos que trabajan en la primera línea de defensa contra el covid-19", dijo Sagasti durante una entrevista con el programa "Cuarto Poder" de América Televisión.
"Es realmente una cosa que todavía no alcanzo a entender ni comprender cómo es posible que algunos funcionarios no hayan tomado en cuenta ni en consideración esta situación", agregó el mandatario, quien también criticó duramente el manejo de la situación de Vizcarra.
"El presidente anterior ha tratado de justificar, de plantear y darle vueltas a algo que era inaceptable por parte de un primer mandatario. [...] Es un golpe muy duro que se nos ha dado y que es herencia del Gobierno de Vizcarra", declaró.
"Vacunas de cortesía"
Perú es uno de los países latinoamericanos más golpeados por la pandemia de coronavirus, registrando hasta la fecha más de 40.000 muertos y más de 1,24 millones de casos de covid-19.
Y todavía no se sabe cuándo se empezará a vacunar al grueso de la población, si bien los trabajadores de la salud que están en la primera línea de combate al virus empezaron a ser vacunadosa partir del 8 de febrero.
Ensayos clínicos de fase tres de la vacuna de Sinopharm, sin embargo, tuvieron lugar en el país a partir de septiembre del año pasado -con Vizcarra todavía en la presidencia del país-, con la participación de 11.500 voluntarios.
Y como explicó la Universidad Peruana Cayetano Heredia en un comunicado publicado durante el fin de semana, en el protocolo del ensayo se establece el envío de 3.200 dosis adicionales, "para ser administradas voluntariamente al equipo de investigación y personal relacionado al estudio".
"Esto no se considera actividad de investigación y no se recolectarán datos con el propósito de análisis", se especifica en el protocolo de la investigación.
Según la UPCH, esta "vacunas de cortesía", como han sido bautizadas por la prensa peruana, "fueron administradas al personal del equipo de investigación y personas relacionadas con el estudio" y la decisión de a quienes se administraba esta vacuna fue tomada por el equipo de investigación".
Pero, para muchos, hay que ser muy generosos con esa definición para incluir en la misma al presidente de la República y la ministra de Relaciones Exteriores.
La institución académica -que dijo rechazar "la terminología de vacunas de cortesía, donaciones o prebendas que ha sido utilizada en algunos medios de comunicación"- ya se puso en cualquier caso a disposición de las autoridades competentes "para colaborar con todas las investigaciones" en proceso.
Estas investigaciones todavía podrían provocar más renuncias, pero su impacto podría ir mucho más allá del actual gobierno, por más que el presidente Sagasti dijera confiar en que lo ocurrido no afecte "el proceso de conseguir las vacunas para nuestro país"
Como destaca el diario El Comercio, este tipo de episodios "empañan un proceso de vacunación que, en la última semana, venía dándonos algunas razones para exhibir algo de esperanza en medio de tanta desgracia".
Pero además, los peruanos están llamados a elegir nuevo presidente en menos de dos meses, el 11 de abril próximo.
Y esa votación seguramente estará informada por esta nueva decepción.
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