Soy Director de un Centro de Conciliación extrajudicial hace ocho años y como todos camino las calles del Distrito de San Juan y veo cantidad de venezolanos: en Ciudad de Dios, en mi avenida, incluso los veo en el Distrito de Surco.
Son muy amables, muy humildes, gente pacifica.
Conversando con varios comerciantes peruanos, ambulantes que venden en las calles, suelo escuchar cosas como estas:
"Esos venezolanos nos están quitando los clientes, están por todas partes".
Muchos otros dice ademas: "Los venezolanos le quitan el trabajo a los peruanos".
Pero esto no es así.
Al Perú han llegado apenas 100,000 venezolanos. Mas claro: poquismos, diría nada.
Si observamos lo que este numero de ciudadanos del país llanero, significan en el empleo en Perú, diríamos que apenas son el 0.5% del total, de la población económicamente activa.
No hay nada que temer. Porque ademas ellos no están desplazando a nadie que tenga un trabajo estable. Están ocupando puestos rotativos, como: mozos, vendedoras de tiendas, la mayoría de ellos están trabajando como : "ambulantes".
No hay nada que temer. No hay porque hostilizarlos.
Son gente de bien, pacifica, que esta aquí no porque quieran molestarnos. Están por necesidad y hay que ser solidarios. Ellos tienen familia, hijos, en su país no hay para comer, el ingreso mínimo es una tontería, tan pero tan bajo, que no les alcanza para comer.
¿Que harías tu , si estuvieras en esa situación tan terrible?
Nosotros también podríamos estar en una situación parecida, algún día.
No hay que ser mezquinos, porque ellos en nada nos están perjudicando, mas bien están dinamizando la economía.
Por eso, invito a todos los peruanos a no mirar mal, ni comenzar en nuestro país, actos de xenofobia. Venezuela es un país hermano, capturado por narcotraficantes al servicio de un tirano, que ha destruido su economía.
No le temamos a los venezolanos, mas bien acojamoslos, como a hermanos en necesidad.
Trabajo hay para todos. Peruanos y Venezolanos.
El economista Miguel Jaramillo, investigador del Grupo de Análisis para el Desarrollo, evaluó esta situación y consideró que, aunque sí puede haber un impacto, este sería mínimo y en sectores muy específicos, puesto que la cantidad de venezolanos en el país aún es muy pequeña.
Según Migraciones, existen 25,000 venezolanos con Permiso Temporal Permanente y otros 75, 000 en calidad de turistas con opción a solicitar dicho documento que les permita trabajar, contra una población económicamente activa de 17 millones 400 mil peruanos. No hay punto de comparación.
Considerando lo antes dicho ¿cómo afectaría la migración venezolana el empleo en el Perú? En primer lugar, el riesgo sería que los salarios bajen en los sectores donde más se contrata a venezolanos, puesto que por necesidad ellos están dispuestos a recibir un menor ingreso.
Sin embargo, para Jaramillo esto no es significativo, pues se daría en sectores como comercio y servicios, donde de por sí hay mucha rotación y esta situación tiende a estabilizarse.
Para el economista la llegada de venezolanos también puede afectar positivamente la economía. El especialista subraya que más de la mitad de migrantes llaneros que vive en el Perú tiene estudios técnicos o profesionales, por lo que pueden ser altamente productivos a bajo costo.
“Eso es ciertamente positivo, necesitamos más profesionales en el Perú”, dijo. Destacó además que los migrantes tienen como característica, por lo desesperado de su situación, ser “muy agradecidos” por tener un empleo y una remuneración. “Es una oportunidad para la economía peruana”.
Como ven economistas, analizan la inmigración venezolana en nuestro país y nos señalan que no hay nada que temer.
Solo espero que nuestro país, no se convierta en otra Europa, donde se discrimina por la raza, por la religión, donde hay ataques xenofobos contra inmigrantes latinoamericanos. Eso ya seria el colmo. No somos un país xenofobo.
El venezolano no es un enemigo, es un hermano en desgracia a quien hay que darle la mano y consumiendo lo que ellos venden, apoyamos a que miles de familias en Venezuela, tengan un pan.
Dios nos dará mas, si somos generosos y nos solidarizamos con quien mas lo necesita.
En el mundo todo da vueltas.
No lo olvides. Algún día tu también podrías ser un inmigrante y estoy seguro que te gustaría que te traten con respeto y humanidad
ACEP HANS KENSEL.