18 tiroteos en escuelas de EE.UU. en lo que va del 2018
El último fue perpetrado por Nicolás Cruz, de 18 años, en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida y dejó al menos 16 muertos
El
tiroteo el este miércoles en una escuela secundaria de Parkland, en el
sureste de Florida, dejó al menos 16 muertos, según reportes locales. El
atacante fue arrestado. (Foto: AP)
Estados
Unidos es el único país desarrollado donde los tiroteos en centros
escolares se repiten implacablemente: con el último, ocurrido el
miércoles en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas High School, en la ciudad de Parkland, en el estado de Florida, suman 18 en en lo que va del año, y apenas es 14 de febrero.
"Este es el
tiroteo número 291 de una escuela desde el comienzo del 2013", dijo
Shannon Watts, fundadora de Moms Demand Action, una organización que
lucha contra la proliferación de armas de fuego.
Las escuelas en
Estados Unidos se están convirtiendo cada vez menos en sitios seguros, y
cada vez en lugares de violencia armada. Y los estadounidenses parecen
resignados.
La mayoría de estos casos ni siquiera aparece en los titulares de la prensa nacional, al ser hechos usuales.
Hay
aproximadamente un tiroteo escolar por semana, según Everytown for Gun
Safety, otra organización de control de armas, que aboga por endurecer
la ley sobre este tema.
Un tiroteo el
miércoles en una escuela secundaria de Parkland, en el sureste de
Florida, dejó al menos 16 muertos, según reportes locales. El atacante
fue arrestado.
El 23 de enero,
un estudiante abrió fuego en su escuela en Kentucky, al comienzo de la
jornada. Mató a un chico y una chica, ambos de 15 años como él; 14 más
resultaron heridos.
El día
anterior, a un adolescente le dispararon en la cafetería de su escuela
en Texas. Ese mismo lunes, un muchacho de 14 años recibió un balazo en
el estacionamiento de una universidad en Nueva Orleans.
Este enero
también le dispararon a un autobús escolar en Iowa, hubo un tiroteo en
una escuela secundaria en Seattle, en un campus en California.
Estas tragedias reviven un debate que parece no tener fin.
¿Se debería
equipar a todas las escuelas con puertas de seguridad? ¿Es necesario
armar a los maestros? En el fondo, muchos sienten que otra vez habrá
reacciones de indignación tras la inacción de un Congreso controlado por
los republicanos, firmemente opuestos a limitar el porte de armas.
Con o sin legislación, la tendencia es preocupante.
Un estudio del Buró Federal de Investigaciones (FBI) notó una "frecuencia creciente" de los tiroteos entre el 2000 y el 2013.
En el 70% de
los casos, lo irreparable sucede en cinco minutos o menos, lo que
relativiza la reacción que pueda tener la policía. El 24,4% de los
tiroteos ocurre en ámbitos educativos.
En la mayoría
de los casos reseñados, los tiradores que abren fuego dentro de una
escuela secundaria o universidad son estudiantes del propio
establecimiento. Y, según el FBI, los tiroteos en las escuelas son a
menudo los más letales.
Estados Unidos
quedó traumatizado luego de algunas de estas tragedias, en particular
después de la de Columbine en 1999, la de Virginia Tech en el 2007 y la
masacre de Sandy Hook, una escuela primaria de Connecticut, donde
murieron 20 niños de seis y siete años en el 2012.
Desde entonces, las escuelas han multiplicado los procedimientos de alerta y los ejercicios de entrenamiento.
El objetivo es
enseñar a los escolares cómo reaccionar ante un individuo que dispara a
ciegas para alcanzar un máximo de víctimas.
Fuente: AFP
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